jueves, 15 de agosto de 2013

tutorial de sobres BURKART


lunes, 5 de agosto de 2013

Info Para lombricultores

un buen manual de lombricultura para visualizar en formato pdf.
manual de lombricultura

y de yapa, un excelente video didáctico sobre el cuidado del suelo.
Let's Talk About Soil - Spanish

miércoles, 19 de junio de 2013

germinando ceibos


luego de germinar varias semillas de ceibo aprendí a reconocer de qué lado tener más cuidado al lijar y cómo reconocer el lugar por donde saldrá la raíz. En otras palabras, de qué lado se abre la semilla.

domingo, 26 de mayo de 2013

Escarificación de semillas

CEIBO, CHIVATO Y ESPINILLO
Algunas semillas no crecen si las plantamos directamente como las da el árbol. Dependiendo del tipo de cobertura y dureza de las mismas, es necesario que algún agente externo erosione esta cobertura y así permita el ingreso del agua al interior y así germinar. En la naturaleza los animales cumplen esta función al ingerir los frutos y digerir las partes externas, pero cuando esto no sucede, recurrimos a técnicas que simulan estos procesos de desgaste en el fruto.

Este es un proceso para optimizar la germinación, la escarificación. Consiste en raspar la corteza (tegumento) de la semilla para facilitar el ingreso del agua al interior (endospermo) y activar la germinación con la ayuda de una lija que conseguimos fácilmente en una ferretería. Puede también practicarse con un cuchillo, navaja o cutter.

Las fotos muestran distintas formas de lijar. Es necesario raspar sólo hasta que atravesamos la parte oscura (tegumento) y comenzamos a ver la parte blanca o más clara de la semilla (endospermo), donde se almacena el alimento para disparar el crecimiento del núcleo. Cuanto más raspemos más agua y aire podrá ingresar, pero más alimento le restamos al germen y más riesgo corremos de lastimar el núcleo. Por lo tanto hay que hacer concesiones entre estas partes y limar a conciencia y con cuidado. Con paciencia y amor, siempre se logran los mejores resultados.

Una vez hecho esto, dejamos durante toda una noche las semillas en agua tibia y al día siguiente las llevamos al sustrato elegido para hacerla germinar.



detalles de semillas de Ceibo (Erythrina crista galli) ya lijadas





detalles de semillas de Chivato (Delonix Regia) ya lijadas



dos detalles de semillas de Espinillo (Acacia Caven)

martes, 19 de marzo de 2013

Isla de Calor Urbana y Calentamiento Climático


La formación y el crecimiento de las ciudades han afectado muchos de los procesos naturales del planeta. A medida que los centros urbanos se desarrollan, se van generando cambios radicales en el paisaje: los edificios, las calles y la infraestructura urbana  reemplazan los espacios abiertos y la vegetación, y las superficies permeables y húmedas son sustituidas por asfalto y cemento. Este desarrollo conduce a la formación de lo que se conoce cómo isla de calor urbana, fenómeno por medio del cual las regiones urbanas experimentan temperaturas mucho más elevadas que las de las áreas rurales a su alrededor.

El calentamiento que resulta de la isla de calor urbana es un ejemplo de cambio climático local. Los cambios climáticos a nivel local difieren del cambio climático global fundamentalmente en que sus efectos se limitan a un área determinada.

La isla de calor puede aumentar la demanda energética, en particular en verano, junto con la contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Factores que contribuyen a la formación de la Isla de Calor Urbana

Diversos factores afectan el establecimiento de las islas de calor en las ciudades. Se originan principalmente por el avance del desarrollo y los cambios en las propiedades térmicas y reflectivas de la infraestructura urbana, así como también por el impacto que tienen los edificios sobre el microclima local. La ubicación geográfica de una ciudad, las variables del clima local y la intensidad de cambios estacionales también afectan su formación.

Falta de vegetación
En las áreas rurales, la vegetación y los espacios amplios y abiertos dominan el paisaje. Los árboles y las plantas dan sombra y ayudan a disminuir la temperatura de la tierra. También disminuyen la temperatura del aire por evapo-transpiración al liberar agua que disipa el calor en la atmósfera. Lo contrario sucede en las ciudades, que se caracterizan por tener superficies secas e impermeables como techos, veredas, calles y estacionamientos. A medida que la ciudad crece, la vegetación disminuye, predominando los edificios y el pavimento. Este cambio conduce a que haya menos sombra y humedad en el aire para mantener la ciudad fresca. Esto a su vez contribuye a que las temperaturas sean más elevadas.

Características de los Materiales
Las propiedades de los materiales presentes en una ciudad contribuyen a la formación de la isla de calor urbana, ya que determinan de qué manera se refleja, emite y absorbe la energía proveniente del sol.

Otra de las cuestiones a considerar con respecto a la isla de calor urbana es la capacidad específica de calor de un material, la cual se vincula al almacenamiento de calor por parte de ese material. Muchos materiales empleados en la edificación, como el acero y la piedra, tienen una capacidad específica de calor mucho mayor a la de otros materiales como por ejemplo la tierra y la arena. Esto último hace que la cuidad retenga mayor cantidad de calor.

Distribución espacial
La distribución de los edificios en una ciudad contribuye a la formación de la isla de calor ya que determina la formación de corrientes de viento y la absorción de energía. Las zonas edificadas ofrecen mayor superficie de absorción de calor, el cual es irradiado lentamente durante la noche.

Generación de calor por las actividades humanas
El calor antropogénico se refiere al calor que producen las actividades humanas como por ejemplo la energía utilizada para acondicionar y calefaccionar edificios, el uso de aparatos eléctricos, el transporte y los procesos industriales.

Consumo de energía
El aumento del calor en la ciudad durante el verano incrementa el consumo energético para acondicionamiento de aire, incluso durante la noche cuando los edificios y las calles disipan calor. Esto ejerce presión sobre la capacidad de generación de energía. De esta forma, se genera un círculo vicioso, ya que los sistemas de climatización provocan también el ascenso de la temperatura y un mayor consumo energético, con el consecuente impacto ambiental.

Confort y salud humana

Las altas temperaturas de la isla de calor urbana, en particular durante el verano, pueden afectar el la calidad ambiental de la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes.

El ascenso de la temperatura durante el día, la reducción del enfriamiento nocturno y los altos niveles de contaminación asociados a la isla de calor urbana pueden afectar la salud humana generando incomodidad, dificultades respiratorias, agotamiento, etc. Por lo tanto, aumentan el riesgo de las poblaciones más vulnerables, como niños, ancianos, y aquellos en situación de pobreza.

Las elevadas temperaturas crean también condiciones favorables para el aumento de vectores, que al combinarse con malas condiciones higiénicas y el almacenamiento de agua, provocan un aumento del riesgo de enfermedades como el dengue, debido
a la expansión de las poblaciones del mosquito transmisor.

Calidad de agua
La isla de calor urbana puede provocar además contaminación térmica en los espejos de agua próximos a la ciudad. El exceso de calor que se acumula en el pavimento y en los techos se transfiere al agua de lluvia durante una tormenta, y luego es volcada a arroyos y ríos. La temperatura afecta todos los aspectos de la vida acuática, en especial el metabolismo y la reproducción de algunas especies. Los cambios bruscos en la temperatura pueden ser nocivos para un ecosistema.

Medidas de mitigación propuestas para paliar los efectos de la isla de calor urbana.

Creación de Nuevos Espacios verdes o ampliación de los existentes
La Organización Mundial de la Salud, (OMS), recomienda que las grandes ciudades dispongan, como mínimo, de entre 10 y 15 m2 de área verde por habitante.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con 6 m2 por este concepto. Existe un déficit en la Ciudad en este aspecto. Por lo tanto, es necesario arbitrar los medios para aumentar la cantidad de espacios verdes en la ciudad de Buenos Aires.

Coberturas Verdes
Las cubiertas verdes comprenden una tecnología con el objetivo de contribuir a mitigar el efecto isla de calor urbana. Una cubierta verde es un sistema que permite el crecimiento de vegetación en la parte superior de los edificios (ya sea en techos o terrazas). Al igual que en otras áreas verdes, la vegetación que crece sobre una cubierta da sombra a las superficies y remueve calor del aire por evapo-transpiración. Estos dos mecanismos reducen la temperatura de la cubierta y del aire que la rodea.

Las cubiertas verdes tienen un impacto positivo sobre el ambiente: además de enfriar el aire y el suelo de una cubierta, mejoran la aislación térmica de los edificios; capturan agua de lluvia, reduciendo así inundaciones y niveles de contaminación; representan un hábitat para especies nativas o migratorias; y pueden ayudar a mejorar la calidad de vida.

Entre los beneficios que se obtienen a partir de la aplicación de estas estrategias se encuentran: la reducción de la temperatura, de la demanda energética, de la contaminación atmosférica y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, avanzar sobre el desarrollo de medidas para mitigar la isla de calor urbana contribuye a enfrentar el cambio climático global.